Direcciones estratégicas del Mundo Ibérico: el Norte - Direções estratégicas do Mundo Ibérico: o Norte

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56. DIRECCIONES ESTRATÉGICAS DEL MUNDO IBÉRICO: EL NORTE

El NORTE es una DIRECCIÓN ESTRATÉGICA DEL MUNDO IBÉRICO que lo relaciona con las naciones de AMÉRICA DEL NORTE, especialmente, con ESTADOS UNIDOS y CANADÁ; es posible establecer MARCOS ALTERNATIVOS en las relaciones interamericanas donde el Mundo Ibérico gana protagonismo.

Así, se puede defender un PANAMERICANISMO con perspectiva IBÉRICA, o IBEROPANAMERICANISMO, opuesto al PANAMERICANISMO predominante, o ANGLOPANAMERICANISMO, que mantiene una perspectiva ANGLOSAJONA. 

Las RELACIONES con los Estados Unidos están condicionadas por su enorme PODER y por el RETO de que su historia y sociedad están conformadas alrededor de una TRADICIÓN RADICALMENTE DIFERENTE a la iberocatólica: la anglosajona y protestante. 

La HISTORIA de las RELACIONES IBÉRICO-ESTADOUNIDENSES pasa por varias fases: 

1. Durante la UNIDAD PANHISPÁNICA, en la forma política de la MONARQUÍA HISPÁNICA, ésta llega a ejercer una suerte de PROTECTORADO sobre los Estados Unidos durante un cuarto de siglo, desde la Independencia norteamericana hasta la descomposición del Imperio hispánico. 

2. La segunda fase está protagonizada por la DEPREDACIÓN TERRITORIAL del espacio imperial hispánico por parte de los EEUU; se podría decir que este proceso es compartido con el de las naciones modernas del Mundo Ibérico, que se construyen sobre la ruina de una manera similar; durante dos siglos se mantiene una FRAGMENTACIÓN de las Américas, también apoyada por los Estados Unidos, que no se ha querido ni sabido revertir.

3. La HISPANIZACIÓN de los Estados Unidos en tiempos recientes, a finales del siglo XX y en el siglo XXI, abre la POSIBILIDAD de una discutible TRANSFORMACIÓN IDENTITARIA de los Estados Unidos, y también de una APUESTA POR LO HISPANO por parte de las élites norteamericanas, ya sea INTEGRANDO EN LOS CENTROS DE DECISIÓN Y PODER A HISPANOS no desactivados por la cultura anglosajona, o MODIFICANDO SUSTANCIALMENTE EL EJE ESTRATÉGICO de las estructuras de poder de origen anglosajón y protestante.

Estos hechos pueden apoyarse con la PRESENTACIÓN DE OFERTAS GEOPOLÍTICAS que mejoren la inserción y proyección global de la nación estadounidense en el globo en caso de que acepte el proceso de hispanización.

En esta cartografía se explora una de estas ofertas, que contrasta la geometría de “DOS AMÉRICAS”, una existente, y otra posible: 

1. La ‘PEQUEÑA AMÉRICA’, o ANGLOAMÉRICA, rodeada en línea continua azul, es el espacio de identidad y herencia anglosajona; totaliza una superficie de unos 20 millones de kilómetros cuadrados y una población de 370 millones de habitantes.

2. La ‘GRAN AMÉRICA’, o ESPACIO AMEROIBÉRICO, rodeado en línea discontinua azul, se conceptualiza como el área global de cultura ibérica y centralidad panamericana que se desarrollaría con la inclusión y participación de unos Estados Unidos que abrazan la identidad hispánica; este espacio cubre la totalidad del hemisferio americano de polo a polo, alcanza e incluye las Filipinas, y se extiende por la Península Ibérica e Iberoáfrica; supera los 45 millones de kilómetros cuadrados y los 1200 millones de habitantes.

La COMPARATIVA ENTRE ESTOS ESPACIOS demuestra que el espacio angloamericano queda empequeñecido por el espacio propuesto ameroibérico o ‘granamericano’, que duplica su extensión y cuadruplica su población, igualándose en magnitud a CHINA o INDIA; el espacio ameroibérico mantiene, además, características de gran valor geopolítico como la CONTINUIDAD TERRITORIAL y la PROTECCIÓN BIOCEÁNICA, que no son posibles en otros conjuntos internacionales formados por el acercamiento de Estados Unidos a otros continentes.

La posición ‘granamericanista’, o iberopanamericanista obliga a un distanciamiento del panamericanismo de corte anglosajón realmente existente; por ello, debe exigir la DESCOLONIZACIÓN EFECTIVA de las naciones del Mundo Ibérico con respecto a los “primeros Estados Unidos” (no hispanos) y la distribución de parte del poder norteamericano en las demás.

Esto permitiría ARTICULAR NUEVAS GEOMETRÍAS de poder entre las principales naciones del espacio ameroibérico, como la constituida por ESTADOS UNIDOS, MÉXICO y BRASIL, sombreados en azul oscuro, que formarían el TRIÁNGULO DE LIDERAZGO marcado con línea gruesa.

El resto del espacio ameroibérico se completa con OTRAS NACIONES IBÉRICAS, sombreadas en azul medio, que incluyen el resto de Hispanoamérica, las naciones de la Península Ibérica, Iberoáfrica, Iberoasia e Iberooceanía, y con OTRAS NACIONES AMERICANAS, sombreadas en azul claro, que incluyen el Canadá y las naciones y territorios del Caribe y las Guayanas con vinculación histórica británica, neerlandesa o francesa.

Estas naciones pueden construir geometrías de poder secundarias que despliegan el poder sobre el resto del espacio, como la establecida en torno al Caribe por México, Estados Unidos y Colombia, o en la América del Sur por Brasil, Argentina y Perú.

Las líneas de COORDINACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL, trazadas en línea fina discontinua, convergen en la Península Ibérica, que actúa como foco y referencia de identidad común histórico-cultural del espacio ameroibérico. 

La historia peninsular también ofrece ejemplos de SINCRETISMO LATINO-GERMÁNICO como el protagonizado por el Estado visigodo, que, tras siglos de distanciamiento del pueblo conquistado, finalmente asume su transformación identitaria, abrazando el catolicismo y fundiéndose con la sociedad hispanorromana.

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