Mercosur y Alianza del Pacífico - Mercosul e Aliança do Pacífico

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05. MERCOSUR Y ALIANZA DEL PACÍFICO

Seguimos con el análisis de las iniciativas de integración de mayor relevancia en el Espacio Global Ibérico. En este caso, se trata de ESPACIOS DE COOPERACIÓN CON SEDE IBEROAMERICANA. En el mapa se representan:

 1. El MERCADO COMÚN DEL SUR (MERCOSUR), con sede en Asunción, reúne a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela (Estado suspendido), y se representa en color verde. En verde claro se muestran los ESTADOS ASOCIADOS. Cubre casi por completo el “ATLÁNTICO IBEROAMERICANO”.

2. La ALIANZA DEL PACÍFICO, con sede regional, está conformada por México, Colombia, Perú y Chile. Se representa en color dorado. Junto a países cercanos que han manifestado su interés en el ingreso, como Costa Rica o Ecuador, cubre casi por completo el “PACÍFICO IBEROAMERICANO”.

Esta organización establece las figuras de ESTADO ASOCIADO y ESTADO OBSERVADOR de forma más flexible y con una fuerte participación extrarregional, tal y como se ve en el mapa en tonos dorados claros.

Estas dos organizaciones se suelen asociar a dos paradigmas económicos opuestos: el MERCOSUR tiende al PROTECCIONISMO y el fomento de una industria de origen nativo, mientras que la ALIANZA DEL PACÍFICO ha buscado la atracción de inversiones extranjeras bajo preceptos LIBERALES.

3. Se representan también los países del ALBA-TCP (“Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos”) en rayado, cuya participación iberoamericana incluye a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

4. Asimismo, se rodea la región denominada “LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE”, donde se desarrollan y a las que se refieren comúnmente las iniciativas anteriores; sabemos que estos términos han sido conceptualizados desde el Norte y asumidos acríticamente por el relato indigenista.

Estas iniciativas se caracterizan por lo siguiente:

1. ENFOQUE POLÍTICO-ECONÓMICO. Los intereses de estas organizaciones están expresados en términos político-económicos. Esto permite su autonomía, al menos en el marco teórico, para tomar decisiones político-económicas sin la intervención de poderes extrarregionales.

Sin embargo, el problema derivado es que no atienden, más que de manera secundaria o distorsionada, a la cercanía cultural-histórica de los países que la componen. Esto es un problema desde el punto de vista de la fecundidad y la popularización de las iniciativas de integración.

2. IDEA TERRITORIAL. La idea territorial de fondo fluctúa entre el LATINOAMERICANISMO o SURAMERICANISMO EXCLUSIVOS (caso del ALBA-TCP y del MERCOSUR) y su contrario, el INTERNACIONALISMO GLOBALISTA (caso de la Alianza del Pacífico).

Este regionalismo, aunque puede servir desde el punto de vista de la inteligibilidad de las iniciativas, es incapacitante a largo plazo, pues cercena las principales herramientas de PROYECCIÓN iberoamericanas hacia las naciones de otros continentes.

3. MULTIPLICIDAD. Las iniciativas de integración latinoamericana, tanto las descritas como otras como UNASUR o PROSUR, son múltiples; algunas tienen poco recorrido y son discontinuadas poco después de su aparición, en muchos casos por la tendencia a la contaminación ideológica.

Este paisaje puede interpretarse negativamente, como un escenario de inestabilidad y falta de compromiso político, pero también positivamente, como signo de la salud o juventud del espacio geopolítico, que es capaz aún de reinventarse una y otra vez.

Frente a estos problemas, promover un RECONOCIMIENTO de la herencia e identidad común, un ACERCAMIENTO SUPRAIDEOLÓGICO entre iniciativas, y una mayor RACIONALIDAD territorial que permita la proyección sobre otros continentes puede ayudar a reforzar este tipo de organizaciones.

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