15. MESTIZAJE EN EL MUNDO IBÉRICO
La conexión entre las diferentes regiones etnoculturales del mundo a través de las entidades políticas que han construido el Espacio Global Ibérico ha traído como consecuencia un profundo PROCESO DE MESTIZAJE E INTERCAMBIO.
Las sociedades humanas siempre han conformado espacios de mestizaje. Pero la especificidad del espacio de mestizaje ibérico es su ESCALA TEMPORAL y ESPACIAL: es el MAYOR ESPACIO DE MESTIZAJE de la Historia, pues es global, y en él han participado pueblos de todos los continentes; además, se produce en un período histórico relativamente breve.
En la cartografía, se representa en rayado el territorio del ESPACIO IBÉRICO HISTÓRICO, entendido como la conjunción de los territorios de los imperios español y portugués y los territorios de las naciones que surgen tras su fragmentación.
Las líneas de color representan las MIGRACIONES más importantes que conforman la realidad etnocultural del Espacio Global Ibérico. Estos procesos de migración son transoceánicos, transcontinentales y se producen en todos los sentidos: de Europa a América, de América a Europa, de Europa a Asia, de Asia a América, de África a Europa…
En diferentes colores, se sombrean las áreas ocupadas mayoritariamente por pueblos procedentes de cada una de las unidades etnocontinentales con las que se simplifica aquí la estructura del mundo. Se distinguen:
1. Los PUEBLOS AMERICANOS, en rojo, procedentes del Asia siberiana; ocupan la práctica totalidad del continente americano; después, el elemento mestizo e indoamericano viaja a otros continentes a través de los procesos de construcción imperiales y de las migraciones modernas.
2. Los PUEBLOS EUROPEOS, en azul; llegan a destacar, como consecuencia de los procesos asociados a la historia de las naciones de raíz ibérica, en áreas como el Río de la Plata, Chile, Tierrafirme, Cuba, el norte de México, Texas, Florida y la Luisiana; lo hacen principalmente a través de la migración de los siglos XIX y XX, aunque sin quedar reducida a éstos.
3. Los PUEBLOS AFRICANOS, en gris; alcanzan lugares como las Antillas, el Pacífico colombiano, el nordeste de Brasil, y también algunos puntos de la Península Ibérica, a través del fenómeno de la esclavitud y hoy, de la migración.
4. Los PUEBLOS AUSTRONESIOS, en anaranjado; se distribuyen por los archipiélagos del Indopacífico, incluyendo las Filipinas y Timor, formando así su base étnica, pero también se desperdigan por la Polinesia, posiblemente llegando a las costas del actual Chile.
5. Los PUEBLOS DEL EXTREMO ORIENTE, en verde, cuyos orígenes se rastrean hasta llegar al espacio ocupado por China, Corea y Japón; han participado en las realidades sociales de países como México, Perú y Brasil.
6. Los PUEBLOS NORTEAFRICANOS Y DEL MEDIO ORIENTE, en violeta; han sido protagonistas de la historia peninsular ibérica y también de una migración apreciable hacia lugares como Brasil, México y otros puntos de Hispanoamérica.
Estos procesos de generación y movimiento de culturas siguen desarrollándose, y por tanto no tiene sentido detenerse en una determinada fotografía histórica.
Además, las diferencias entre dos pueblos de la misma estructura etnocontinental llega a ser mucho mayor que las existentes entre los colectivos que participan en la misma realidad sociopolítica: la geopolítica no se reduce a la etnogeografía.
Consideramos que la CAPACIDAD DE PARTICIPACIÓN, COORDINACIÓN y MEZCLA de pueblos de diferentes orígenes y de sus descendientes, sean mestizos o no, en una estructura sociopolítica común, es una de las mayores características del ESPACIO IBÉRICO.
Por tanto, la identidad global ibérica trasciende las identidades indoamericana, europea, africana o asiática que puedan definirse, pues en cualquier caso es la SUMA Y TRANSFORMACIÓN CONJUNTA de los pueblos y colectivos asociados a todas ellas.
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