18. PERIFERIA ESTRATÉGICA DEL MUNDO IBÉRICO
La PERIFERIA ESTRATÉGICA DEL MUNDO IBÉRICO, representada aquí en azul, está compuesta por entidades soberanas y dependencias que tienen las siguientes características:
1. SITUACIÓN. Están situadas en espacios adyacentes a los territorios soberanos de las naciones de raíz ibérica, y comparten frontera con algunas de ellas; también ocupan regiones oceánicas entre los continentes que tienen presencia ibérica;
2. TAMAÑO. Son entidades de pequeño o mediano tamaño, lo que, unido a su cercanía, permite su entrada en la esfera de influencia cultural y política de las naciones del Mundo Ibérico;
3. SOBERANÍA. Muchas de estas entidades son Estados independientes, por lo que pueden desarrollar una agenda autónoma y alejada de la injerencia de las potencias hegemónicas; pueden, por tanto, participar en las estructuras diplomáticas propuestas por el Mundo Ibérico.
Otras de estas entidades son territorios no soberanos que están incluidos en la lista de territorios no autónomos pendientes de descolonización elaborada por las Naciones Unidas; tras la misma, pasarían a engrosar la lista de Estados con la autonomía diplomática mencionada.
4. HISTORIA. Son el resultado de la acción histórica de naciones con proyectos opuestos a los de los imperios ibéricos, como Inglaterra, Francia o Estados Unidos; sus territorios se interpretan como cicatrices de antiguas “dentelladas” sobre el Espacio Global Ibérico.
Así, la intervención inglesa, francesa y norteamericana, que ocupó paulatinamente las diferentes islas y archipiélagos del Pacífico, ha dificultado y roto las comunicaciones entre Iberoamérica e Iberoasia;
en el norte de África, el apoyo preferencial ofrecido a Marruecos frente a España impide la unidad del Estrecho y dificulta las relaciones con el resto de naciones saharianas;
en el África ecuatorial, las presiones francesas a finales del siglo XIX acaban por reducir la extensión de la Guinea Española, después Guinea Ecuatorial, evitando su acceso al río Ubangui y separándola del resto de Iberoáfrica por el espacio del Congo;
en el África meridional, el ultimátum británico de 1890 destruye la posibilidad de unión por tierra entre Angola y Mozambique, levantando en su lugar las Rodesias;
en el Atlántico Sur, las posiciones británicas interceden las comunicaciones entre Iberoamérica e Iberoáfrica.
A continuación, se listan algunos Estados y dependencias seleccionados como parte de esta Periferia Estratégica del Mundo Ibérico:
En el OCÉANO PACÍFICO, los Estados soberanos de Palaos, Micronesia, Papúa Nueva Guinea, islas Salomón, Nauru, Vanuatu, islas Marshall, Kiribati, Fiyi, Tuvalu, Tonga y Samoa;
las dependencias de Guam, Nueva Caledonia, Tokelau, la Samoa Americana, la Polinesia Francesa y las islas Pitcairn, pendientes de descolonización, y otras dependencias como las islas Marianas del Norte, Wallis y Futuna, Niue, islas Cook y Clipperton.
En el CARIBE y las AMÉRICAS, los Estados soberanos de Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, Belice y Surinam;
las dependencias de Anguila, Bermudas, islas Caimán, islas Turcas y Caicos, islas Vírgenes Británicas, islas Vírgenes de los Estados Unidos y Montserrat, pendientes de descolonización,
y otras dependencias como Aruba, Bonaire, Curazao, Navaza, Saba, San Bartolomé, San Eustaquio, San Martín, así como los territorios de Guadalupe, Martinica, San Martín (Francia) y la Guayana Francesa.
En ÁFRICA, los Estados soberanos de Marruecos, Mauritania, Senegal, Gabón, la República del Congo, la República Democrática del Congo, Malaui, Zambia y Zimbabue.
En el ATLÁNTICO SUR, las islas Ascensión, Santa Elena y Tristán de Acuña, pendientes de descolonización, junto a la isla de Gough.
El conjunto de Estados y dependencias de la Periferia Estratégica del Mundo Ibérico se plantea como un espacio de atención prioritaria por sus posibilidades estratégicas, ya que en él puede ser más factible la proyección cultural, política y diplomática.
Sin embargo, la Periferia mantiene vinculaciones identitarias y políticas con otros poderes; cualquier propuesta que reúna estos espacios desde el panafricanismo, el panoceanismo o el pancaribeñismo debe valorar este hecho y no confundir ni desplazar al proyecto paniberista.
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