Recursos naturales y economía primaria del Mundo Ibérico - Recursos naturais e economia primária do Mundo Ibérico

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23. RECURSOS NATURALES Y ECONOMÍA PRIMARIA DEL MUNDO IBÉRICO

Tras el territorio y la geografía física, proseguimos el estudio de la “capa basal” del Mundo Ibérico examinando su economía. Aquí, los RECURSOS NATURALES y las actividades de la ECONOMÍA PRIMARIA del Mundo Ibérico se representan con diferentes colores y símbolos:

Las RESERVAS DE PETRÓLEO de los diferentes países del Mundo Ibérico se marcan con círculos de color gris. Están encabezadas por los 300 mil millones de barriles de Venezuela; son las mayores reservas del mundo, sólo rivalizadas por las de los países del Golfo o las de Canadá.

Se muestran otras naciones del Mundo Ibérico con reservas importantes de petróleo, aunque más modestas, como Brasil, México, Angola, Ecuador, Argentina, Colombia, Perú o Guinea Ecuatorial.

Los ACUÍFEROS se representan en rayado oscuro; es visible el Acuífero Guaraní, en América del Sur, el tercer mayor acuífero del planeta. Es importante señalar los RECURSOS HÍDRICOS asociados: cinco de los siete ríos más caudalosos del mundo son suramericanos.

Los BOSQUES, fuentes de biodiversidad y quimiodiversidad, se representan en rayado claro. El mayor área boscosa del Mundo Ibérico se extiende desde las selvas del istmo centroamericano hasta la enorme selva amazónica.

Los suelos más aptos para la AGRICULTURA se sombrean en verde oscuro. La principal área agrícola del Mundo Ibérico está conformada por las tierras del Plata, incluyendo la Pampa húmeda, o “Granero del Mundo”; también se señalan regiones agrícolas en México, la Península Ibérica y Filipinas.

Extendiéndose hacia el norte, encontramos las tierras del ecosistema del CERRADO BRASILEÑO, coloreado en lima. Este ecosistema permite la agricultura a través del tratamiento del suelo.

El área del Plata está incluida en la selecta lista de tierras de mayor calidad agrícola del planeta, que se localizan en puntos muy específicos: el Medio Oeste norteamericano, las tierras negras de Ucrania y la Rusia central y las llanuras fluviales de China y la India.

La productividad agrícola está directamente relacionada con el poder demográfico y, por tanto, geopolítico: todas las tierras mencionadas son el núcleo de grandes potencias, como Estados Unidos, Rusia, China y la India. Son verdaderas “agrofortalezas”.

La “Agrofortaleza Suramericana”, desde la Pampa hasta el Cerrado, permite alimentar a varios centenares de millones de personas; esta escala demográfica y su autonomía alimentaria asegurarían el ascenso del conjunto del Mundo Ibérico y su consideración como potencia.

Como representación de otros recursos alimenticios, se sombrean en verde claro algunas regiones donde la GANADERÍA EXTENSIVA cobra gran importancia, como es el resto de Argentina, el norte de México y los Llanos de Venezuela y Colombia.

Se muestran también los CALADEROS DE PESCA cercanos, sombreados en azul: el Pacífico suramericano, la costa atlántica del norte de África, los mares de Irlanda, Madagascar y Namibia, y los mares del arco indopacífico entre la Península Malaya y Timor.

Dentro de los recursos energéticos, se señalan los RECURSOS SOLARES de las áreas rodeadas en naranja, que incluyen las zonas de alta irradiación solar de los grandes desiertos americanos y del Sáhara, además del interior del Brasil.

Por otro lado, las regiones con RECURSOS EÓLICOS, rodeadas en azul, se sitúan en los vértices continentales y los entrantes en el espacio oceánico: el extremo sur de América y África, el Atlántico Norte, regiones del Caribe y el Estrecho de Luzón.

Finalmente, se muestran los RECURSOS MINEROS en símbolos de colores, incluyendo los FOSFATOS, los DIAMANTES, el COBRE, el HIERRO y la PLATA; están especialmente concentrados en el arco de los Andes, pero también en los altos de México, Brasil y Angola, así como en el Sáhara.

La identificación y gestión coordinada de los recursos naturales y de la economía primaria de las naciones del Mundo Ibérico puede reducir su dependencia energética y de materias primas del exterior, así como mejorar el aprovechamiento nativo de los mismos.

También evitaría problemas de pérdida del control o explotación extranjera de los recursos, que deben usarse para el aumento del poder estratégico y de la economía y demografía del país.

Igualmente, la defensa de la soberanía sobre el Amazonas y otros territorios de las naciones del Mundo Ibérico disminuye las intromisiones de otras potencias, que bajo otros criterios sí protegen la soberanía de sus espacios, como en la taiga o el Ártico.

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