19. RELIEVE DEL MUNDO IBÉRICO
Si se planea realizar una comprensión integral del Mundo Ibérico, es necesario hacerlo también desde la perspectiva de la geografía física. En esta cartografía se visualiza el RELIEVE o HIPSOMETRÍA de las naciones del Mundo Ibérico interpretado de forma conjunta.
Se distinguen inmediatamente tres MACRORREGIONES o unidades físicogeográficas transcontinentales, separadas por líneas de color ocre oscuro: las SIERRAS, las MESETAS y los LLANOS:
1. Las SIERRAS, situadas al oeste y en torno al Océano Pacífico, conforman la región de orografía más joven.
En esta región se sitúan las montañas y altiplanos de la CORDILLERA AMERICANA, o “Columna del Mundo”, representada en color ocre. Incluye, en Norteamérica, las Montañas Rocosas y las cadenas montañosas de la SIERRA MADRE; en América del Sur, la cordillera de LOS ANDES.
También se muestra el CINTURÓN DE FUEGO, en línea gruesa anaranjada, que rodea la totalidad del Océano Pacífico; desde la perspectiva panibérica, comienza en Timor, pasa por Filipinas, y, posteriormente, bordea la costa oeste de las dos Américas, alcanzando después la Antártida.
2. Las MESETAS, situadas al este y en torno al Océano Atlántico, se representan en ocre claro y conforman la región de orografía más antigua.
Incluyen, en Europa, la Meseta Central de la Península Ibérica; en América del Sur, el Escudo guayanés y la Meseta Brasileña; en África, la Meseta de Bié o Meseta Central de Angola, parte de la Gran Meseta Africana.
3. Los LLANOS ocupan el espacio intermedio situado entre las dos macrorregiones anteriores. Esta región está formada por grandes llanuras aluviales donde se encuentran los ríos principales del Mundo Ibérico.
Incluye los llanos de la Patagonia y la Pampa, la Llanura Amazónica, en el interior suramericano, y la Llanura del Orinoco; atraviesa después el Mar Caribe y el Golfo de México, alcanzando finalmente las Grandes Llanuras de Norteamérica.
En el mapa se sitúan también algunas de las ELEVACIONES más importantes del Mundo Ibérico. Son las siguientes:
en las Américas, el Aconcagua, el Nevado Ojos del Salado, el Nevado Sajama, el Chimborazo, el Pico Bolívar, el Pico Cristóbal Colón y el Pico de Orizaba; en la Antártida, el Macizo Vinson;
en Asia, los montes Pulag y Apo de Filipinas, y el monte Ramelau o Tatamailau en Timor; en Europa, el Mulhacén; en África, el Teide, el Pico Basilé y el Pico de Santo Tomé.
Se cuentan cerca de 18 kilómetros de diferencia altimétrica entre la cima del Aconcagua, con 6961 metros de altura, hasta los 10994 metros de profundidad del Abismo de Challenger en la Fosa de las Marianas, que pertenecen también a la esfera geohistórica ibérica.
De alguna forma, la estructura del Mundo Ibérico, separada en dos entre su parte hispana y su parte lusa, se reproduce también en su relieve, ocupando la parte hispana los territorios de mayor altura, y la parte lusa, los territorios del Atlántico, más bajos y cercanos al mar.
Su unidad pasa, igualmente, por organizar el espacio intermedio, una planicie menos habitada que actúa a día de hoy como separador físico entre las macrorregiones del Pacífico y del Atlántico, que fueron históricamente más atendidas por los diferentes poderes imperiales.
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