Tendencias de integración del espacio ibérico - Tendências de integração do espaço ibérico

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48. TENDENCIAS DE INTEGRACIÓN DEL ESPACIO IBÉRICO

Existen TENDENCIAS DE INTEGRACIÓN GEOPOLÍTICA de diferentes orígenes que defienden, conceptualizan, reúnen y pretenden agrupar CONJUNTOS DE NACIONES o SUBESPACIOS DEL MUNDO IBÉRICO más o menos amplios.

La VALORACIÓN de estas tendencias debe apoyar su DEFINICIÓN SINCERA y observar su desarrollo, puesto que, mal formuladas, pueden llegar a convertirse en SEPARATISMOS PARCIALES de estos subespacios del Mundo Ibérico y operar contra sus intereses como bloque.

Aún así, la EVOLUCIÓN provechosa de estas tendencias puede resultar en PROCESOS DE CONVERGENCIA entre las mismas hacia la construcción conjunta del ESPACIO GLOBAL IBÉRICO, que se plantea como HORIZONTE COMÚN de todas ellas.

Algunas de estas tendencias plantean unidades en términos LINGÜÍSTICOS o CULTURALES, como el PANHISPANISMO y el PANLUSITANISMO, otras se acogen a criterios geográficos, como el SURAMERICANISMO y el IBERISMO, y otras atienden a criterios mixtos como el IBEROAMERICANISMO y el LATINOAMERICANISMO.

El PANIBERISMO reúne los ámbitos geopolíticos planteados por todas las tendencias mencionadas y SUPERA SUS LIMITACIONES, al NO PLANTEAR EXCLUSIONES GEOGRÁFICAS y ATENDER en sus definiciones a DIFERENCIAS LINGÜÍSTICAS Y CULTURALES MÁS PROFUNDAS respecto de otros espacios del mundo como el anglosajón o el islámico.

El PANHISPANISMO, representado en rojo, agrupa a la HISPANOFONÍA, HISPANIDAD o HISPANOESFERA, entendida aquí en su versión reducida, o limitada a las naciones y territorios de tradición y habla española o castellana: 

en América, MÉXICO, GUATEMALA, HONDURAS, EL SALVADOR, NICARAGUA, COSTA RICA, PANAMÁ, CUBA, REPÚBLICA DOMINICANA, PUERTO RICO, COLOMBIA, VENEZUELA, ECUADOR, PERÚ, BOLIVIA, CHILE, ARGENTINA, PARAGUAY y URUGUAY, así como partes de ESTADOS UNIDOS;

en Europa, ESPAÑA; 

en África, GUINEA ECUATORIAL y la REPÚBLICA SAHARAUI; 

en Asia y Oceanía, FILIPINAS y otros territorios como GUAM, ISLAS MARIANAS DEL NORTE, PALAOS o MICRONESIA. 

En su modulación ANTIPANIBÉRICA, el panhispanismo puede definirse CONTRA LA LUSITANIDAD al entender la esfera de cultura portuguesa como ajena a la tradición humanista católica o como un vector de injerencias extranjeras. Sin embargo, esta exclusión refuerza estos problemas, puesto que ENTREGA y ABRE A LA ACCIÓN EXTRANJERA la mitad de América del Sur, correspondiente al Brasil, y la fachada atlántica de la Península Ibérica, correspondiente a Portugal, además de perder la presencia en África y Asia que aporta la Lusitanidad al Mundo Ibérico.

El PANLUSITANISMO, representado en naranja, agrupa a la LUSOFONÍA, LUSITANIDAD o LUSOESFERA, es decir, las naciones y territorios de tradición y habla portuguesa: 

en Europa, PORTUGAL; 

en América, BRASIL; 

en África, CABO VERDE, SANTO TOMÉ Y PRÍNCIPE, GUINEA-BISÁU, ANGOLA, MOZAMBIQUE, con la incorporación reciente de GUINEA ECUATORIAL; 

en Asia, TIMOR ORIENTAL, incluye también territorios como GOA, DADRA, NAGAR HAVELI, DIU y DAMÁN en India, y MACAO en China.

En su modulación ANTIPANIBÉRICA, el panlusitanismo puede definirse CONTRA LA HISPANOFONÍA y acabar convertido en un SUBIMPERIALISMO DE PROXIMIDAD dependiente de otras esferas imperiales como la angloamericana. Sin embargo, este recelo debe enfrentarse a varias realidades: por CERCANÍA y AFINIDAD, la Hispanofonía es el primer y mejor ámbito donde la Lusitanidad puede proyectarse; además, el tamaño del Mundo Luso es SUFICIENTE PARA ASEGURAR SU SUPERVIVENCIA: su índice de poder se sitúa entre el 30% y el 40% del total del Mundo Ibérico.

El IBERISMO, representado en amarillo, agrupa a las naciones de la PENÍNSULA IBÉRICA: ESPAÑA, PORTUGAL y también ANDORRA, contemplando además el territorio de GIBRALTAR. 

La UNIDAD DE LA PENÍNSULA IBÉRICA se plantea a veces en un marco ideológico ANTIPANIBÉRICO y exclusivamente EUROPEÍSTA, resultando en una ABSTRACCIÓN de la Península Ibérica y un OLVIDO del Mundo Ibérico extraeuropeo.

Esta posición no es sostenible, pues si el objetivo es el REFUERZO DEL PODER IBÉRICO en las estructuras de poder europeas, éste es MUCHO MAYOR en un horizonte que considera la unidad de acción y el apoyo del resto de naciones extraeuropeas del Mundo Ibérico.

El IBEROAMERICANISMO, representado en gris, reúne a las naciones y territorios EUROPEOS Y AMERICANOS del Mundo Ibérico, es decir, 

en Europa, ESPAÑA, PORTUGAL y ANDORRA, 

y en América, MÉXICO, GUATEMALA, HONDURAS, EL SALVADOR, NICARAGUA, COSTA RICA, PANAMÁ, CUBA, REPÚBLICA DOMINICANA, PUERTO RICO, COLOMBIA, VENEZUELA, ECUADOR, PERÚ, BOLIVIA, CHILE, ARGENTINA, PARAGUAY, URUGUAY y BRASIL. 

Por su formulación esencial basada en el ACERVO COMÚN de estas naciones, no existen razones de peso para la EXCLUSIÓN DE LAS NACIONES AFRICANAS Y ASIÁTICAS del Mundo Ibérico, más allá de una AUTOCONTENCIÓN que operaría contra sus mismos principios e intereses.

Así, la BIRREGIONALIDAD del iberoamericanismo sólo puede entenderse como una posición TRANSITORIA, debido a la INCORPORACIÓN TARDÍA de las naciones iberoafricanas e iberoasiáticas al curso de la historia por sus recientes independencias.

El SURAMERICANISMO, representado en verde, agrupa a las naciones de AMÉRICA DEL SUR: BRASIL, ARGENTINA, PARAGUAY, URUGUAY, CHILE, BOLIVIA, PERÚ, ECUADOR, COLOMBIA, VENEZUELA, GUYANA y SURINAM, contemplando además el territorio de la GUAYANA FRANCESA.

Un SURAMERICANISMO ANTIPANIBÉRICO queda reducido a una simple depredación del espacio de la América del Sur por la potencia regional dominante, que es Brasil, y puede operar junto a otros continentalismos en un proceso de PARTICIÓN o REPARTO del Mundo Ibérico. 

Esta conceptualización ACTÚA CONTRA LOS INTERESES DEL MISMO BRASIL y de otras naciones suramericanas, que encuentran su mejor ESFERA DE PROYECCIÓN GLOBAL en el Espacio Global Ibérico, por sus afinidades y tradiciones compartidas. 

El LATINOAMERICANISMO, representado en rosa, agrupa a las naciones del espacio denominado “LATINOAMÉRICA” y, con frecuencia, “EL CARIBE”, esto es, la totalidad del continente americano exceptuando Estados Unidos y Canadá. 

En su modulación ANTIPANIBÉRICA, el latinoamericanismo HEREDA LOS PROBLEMAS DEL RELATO INDEPENDENTISTA al definirse contra las naciones europeas del Mundo Ibérico y olvidando a las naciones africanas y asiáticas, CERCENANDO su posible proyección sobre ellas y reduciendo su actividad a un solo continente.

Por ello, debe encontrar una salida CERRANDO EL CONFLICTO HISTÓRICO Y DE IDENTIDAD asociado al proceso independentista y abriendo un CAPÍTULO EXPANSIVO, símbolo de la madurez de las naciones, cuya mejor expresión es la COMPRENSIÓN Y ASIMILACIÓN DE LAS TESIS PANIBERISTAS.

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